En la carta a la amada inmortal, aparece la frase Nunca te escondas de mí que inspiró este poema
NUNCA TE ESCONDAS DE MÍ
A L. van Beethoven y a su amada inmortal, que tan bien supo
escondernos
Nunca te escondas de mí
canto de agua
sencillo e hiriente
en la tiniebla.
Nunca te escondas de mí
que yace una huella
en el sombra de tu abrazo.
Nunca te escondas de mí
como se esconde la noche del
día.
Nunca te escondas porque
siempre esperaré
tu lento vivir de nieve
junto a mis manos,
en la noche,
despierto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario