domingo, 21 de febrero de 2016

El hijo de Mma Butterfly habla a su madre

        I
Madre, yo te recuerdo.

Yo sé que te hicieron de nube y  sueño,
que pensaste y creíste en el amor
aunque también en todas las metáforas
de otras tierras que no son la nuestra
-tampoco la mía.

Yo te recuerdo cantándome
la nana del que espera
aunque yo no esperé nunca
nada más que tus manos,
lugar de mi origen.

Esa es mi verdadera vida;
éramos pobres, es cierto,
pero podíamos escuchar
la sutil música de los arrozales
y mirábamos el sol que nacer
                                   por el horizonte;
tú me veías jugar y sonreías.

Donde vivo ahora, madre
todas las mujeres son rubias
y ninguna se parece a ti.
Yo quisiera volver a nuestra tierra
al país en que nací y fui niño
desde tu sonrisa naciente
en el sol naciente
porque aquí el sol
siempre anda de puntillas tras los edificios,
escondiéndose
como si tuviera miedo,
un miedo como el mío, madre.

Aquí madre, vivimos como este sol
esperando la gran muerte.

Madre, yo te nombro
y sé que de alguna manera
vives dentro  de mi pecho
hasta que yo vuelva al país que me vio nacer,
a nuestra casa
y pueda abrazarte y cantarte de nuevo,
en tu sonrisa diminuta y azul
como un barquito en el lago.
            II
Madre yo te recuerdo
porque nada me hace olvidar
esos peces de colores que mirábamos
mientras me sujetabas de esa manera única,
-tus brazos cerrando mi cintura-,
como nadie ha vuelto a hacer.

Madre, yo te recuerdo
cerrando mi corazón como un espiga diminuta,
que ya nunca se ha vuelto a abrir.